La magia del fuego

Tierra, agua, fuego y aire. Los cuatro elementos de la naturaleza que están en la base de estas cerámicas, cocidas en hoyo en la tierra, y del que emergen convertidas en piezas únicas e irrepetibles.

La aplicación previa de varias capas de Terra Sigillata, y el bruñido de las piezas, otorga el alisado preciso para que el fuego, el aire, el humo y demás elementos añadidos, dejen impresa las huellas caprichosas de las reacciones químicas generadas en el transcurso de la fogata.

Y es que, como si de un trabajo de brujería o de alquimistas locos se tratara, cada una de las piezas son acompañadas a la hoguera con peladuras secas de naranja y plátano, hojas de laurel frescas, granzas de café, sal, pelo de caballo, boñigas de vaca, hilos de cobre, cuerdas saladas, serrín, entre otros elementos cuya combinación, y a altas temperaturas, producirán reacciones con efectos impredecibles sobre las cerámicas.